¿Qué diferencias hay entre un Crémant y un Champagne?
Aunque ambos hacen que sus veladas brillen con sus delicadas burbujas, existen algunas diferencias entre el Champagne y el Crémant. Dos vinos espumosos procedentes de terruños de calidad y con un proceso de producción muy similar, pero que cuentan con sus especificidades. Maison Calvet le explica cómo distinguirlos en sus comidas familiares o con amigos.
La región de producción, una de las principales diferencias entre el Crémant y el Champagne
El Champagne es un vino producido en la única región que le da su nombre: AOC Champagne. El Crémant, por su parte, se puede producir en distintas regiones vitícolas con AOC. Hay siete regiones en total:
- Alsacia
- Burdeos
- Borgoña
- Jura
- Saboya
- Loira
- Languedoc-Roussillon
Por lo tanto, sus orígenes son muy distintos. Debemos recordar que un Crémant nunca se puede producir en Champagne ni poseer la mención, debido a su denominación de origen controlada. Fuera de esta zona geográfica bien definida, un vino con burbujas tendrá que llamarse crémant o espumoso. Cabe señalar que, desde 1975, el INAO ha adoptado la mención «Crémant» para los vinos espumosos procedentes de las regiones de Alsacia, el Loira y el Jura.
Un método tradicional similar, pero con distintas variedades
El Crémant sigue los mismos pasos que un Champagne para convertirse en un vino espumoso. Un conocimiento ancestral basado en el método de Champagne o tradicional. Aunque ambos se producen de la misma forma, las variedades de uva son distintas. Otra diferencia notable entre el Champagne y el Crémant, y es de las más importantes.
De hecho, en la elaboración de un Champagne se debe emplear una de las 3 uvas champañeras: Pinot Noir, Chardonnay o Pinot Meunier. Estas variedades representan el 99 % de las uvas utilizadas. Su elaboración puede realizarse mediante ensamblaje de uvas o a partir de una sola variedad.
El Crémant, por su parte, tendrá carta blanca, aunque en la mayoría de los casos encontraremos la uva principal de la región de producción. Así, las variedades Pinot Blanc, Pinot Gris o Riesling serán las uvas principales utilizadas para los crémants de Alsacia. En el caso de los crémants de Burdeos, la uva Sauvignon producirá vinos espumosos más afrutados con una exquisita redondez. Es esta diferencia de variedades la que confiere toda su particularidad a un Crémant. Destacaremos que el Crémant de Bourgogne AOC es el que más se aproxima al Champagne.
Duración de la crianza
Otra diferencia entre un Champagne y un Crémant son sus especificaciones en términos de crianza. Un Champagne que no sea reserva deberá envejecer 15 meses mientras que un Champagne reserva deberá hacerlo 3 años. El tiempo de crianza de un Crémant es inferior. Se necesitarán entre 9 y 12 meses de crianza para poder comercializarlo.
Crémant frente a Champagne, ¿cuál elegir?
Si aún tiene dudas, tenga en cuenta que estos dos vinos espumosos son símbolos de calidad y elegancia para sus celebraciones.
Para acompañarle en sus festividades, Maison Calvet le ofrece dos tipos de crémants:
- AOP Crémant de Bordeaux, un aliado perfecto de carácter ligero, que expresa toda la modernidad y la excelencia de la marca;
- AOP Crémant de Bourgogne, perfecto para acompañarle desde el aperitivo hasta el postre gracias a su frescura y sus aromas afrutados.